relato FEBRERO ROSA concurso de WITHNEY

Bueno aqui al fin, esta mi pequeño relato. la verdad es que me tardo una bomba escribir, hasta un pequeño relato ¬¬ . Me pongo estilo detective viendo la que les pasa a mis protagonistas antes de narrar lo interesantes de sus vidas, y hasta conocer si tienen un lunar en la planta del pie. pero sin mas preambulos se los dejo aqui, espero que lo disfruten tanto como lo hice yo al escribirlo, aunque les advierto no es la bomba de historia, es lo mas sencillo que he escrito.

PROMESAS SON PROMESAS

Mientras escucho el silencio que probiene de mi movil, termino de meter mis cosas en mi pequeño bolso de viaje.

miro una vez mas mi celular, y sin una gota mas de esperanza, voy al baño de lo que sera pronto mi ex-cuarto. Despues de una ducha peino rapidamente mi cabello corto marron y me visto en un "2x3", con un jean sencillo y una blusa de tiras rojas, ya que mi nuevo hogar, Maracaibo; Es realmente caluroso. Tomo mi celular y del fondo del pantalla me sonrien felices una joven pareja. Una sonrisa involuntaria, aflora de mis labios, en una respuesta al chico, es lo que mas adoro de el. Una sonrisa facil, contagiosa, disipadora de males...

Le marco. No contesta.

Marco a su casa. Agarra su madre.

-Oh, Maryori. El salio desde esta mañana-me informa-.

-Esta Bien-digo despues de una pausa-.

-Si quieres dejarle algun mensaje...Puedo darselo a Anibal.

-No gracias. Intentare conmunicarme con el luego.

-ok, buen viaje, cielo.

Le doy las gracias y recojo mis dos unicas pequeñas maletas, ya que el resto lo habian enviado con anterioridad, a mi nuevo apartamento. Mi padre y madre me acompañan al aeropuerto de Caracas; durante el pequeño periodo de tiempo, en la sala de espera, mi madre se la pasa abrazandome y besandome. A mi padre le cuesta demostrar sus sentimientos, pero se que me ama, ese abrazo me lo hizo llegar. En cuanto llaman por los altavoces a los pasajeros, con una ultima gota de esperanza que no sabia que me quedaba, mis ojos recorren con desespero la sala de espera, en busca de esos ojos caramelos que reflejan sentimientos que se derraman en mi corazon.

Se me hace un nudo en la garganta, cuando mi busqueda no muestra lo que mas deseo. Me siento al lado de la pequeña ventanilla del avion; me pongo mi chaqueta por el frio y clavo mi vista, que esta borrosa por las lagrimas contenidas; en el piso. Suspiro.45 minutos de agonia me quedaba por delante.

-¿Dejando muchas cosas atras?-dijo mi compañero de viaje, tendiendome un pañuelo-.

Era un chico realemente atractivo Me quede embobada con el, unos segundos y acepte su pañuelo. Sus ojos de color cielo chisporroteaban amor y vida. Asenti a su pregunta.

-¿A que vas a Maracaibo?, si quieres compartirlo.

Volvi a suspirar y le cuento mi dramatica historia. Habia salido en el listado de medicina, pero en la universidad del zulia, no podia desaprobechar esa oportunidad. En cambio Anibal habia salido en Contaduria aqui, Asi que yo me iba, el se quedaba.

-¿No le propusiste que se inscribiera en una privada en Maracaibo?

Asenti.

-Dijo que iba a pensarlo. Aunque en los ultimos dias nos distanciamos.

-Que pena-dijo y parecia que lo sentia en verdad-.

Me quede en silencio durante el resto del viaje y agradeci el pañuelo, por que una que otra lagrima rodaba por mis mejillas. Recordaba su promesa de "justos para siempre".

El avion aterrizo y todos poco a poco lo dejamos.

-Quizas si cumpla su promesa-me dijo mi compañero, desapareciendo entre la multitud-.

Recorde con sobresalto que no habia entregado su pañuelo, lo busque pero no lo enconre. Con un encogimeinto de hombros, sigo mi camino.

Por el pasillo habian dos chicas, sonriendome, muy emocionadas soteniendo una pancarta, con un escrito: "PERDONA POR LA DISTANCIA DE ESTOS DIAS", y una flecha que apuntaba a la sala de espera, trotando sigo la direccion.

Otra pancarta que sostenia una señora y un chico: "PERO NO ERA SEGURO QUE PUDIERA PAGAR EL SEMESTRE".

Mi corazon dio un latido fuerte, casi saliendo de mi pecho y avanzo corriendo a la salida que era donde apuntaba la flecha.

y estaba el, con sus ojos amorosos y su sonrisa facil.

-pero promesas son promesas-dijo con las arruguitas en sus ojos, por su sonrisa-.

Deje las maletas y me arreguinde a el como una mona, que...mejor que una mona. y si pateticamente llore. Senti el pañuelo en mi bolsillo.

-Tenia razon-murmure-.

-¿Como?-pregunto Anibal, mientras besaba mi nariz que debia estar roja, por mi llanto-.

sacudi la cabeza y le devolvi el beso.

-Lograste sorprenderme.

Sonrio complacido y volvio a murmurar su promesa a mi oido.